El trabajo creativo de Barney sigue evolucionando, ya que el artista autodidacta es también un consumado pintor, fotógrafo y escultor. Este periodo de cuarentena y aislamiento ha sido productivo para Barney, "unos últimos cinco meses increíbles de energía, familia y creatividad". Su ojo para utilizar materiales encontrados se refleja en sus grandes esculturas, hechas de acero recuperado, cobre y hierro de alta calidad que pueblan su taller en Mayfield. Trozos de taxidermia deconstruida cuelgan sobre una mesa con tablero de madera y base de máquina. Los accesorios de iluminación están hechos con combinaciones de pieles, caparazones de armadillo, vidrieras y raíces de árbol. La base de una mesa de raíces de árbol se está cubriendo lentamente con pan de oro. Al reflexionar sobre su proceso artístico, Barney ha dicho: "No todas las cosas se pueden planificar de antemano cuando se utilizan elementos naturales junto con objetos encontrados. Una vez que la pieza se ha montado... se ha establecido una personalidad".
Barney Bellinger ha expuesto en la Smithsonian Institution, en el Munson-Williams-Proctor Arts Institute, en la Doyle Gallery de Nueva York, en el National Museum of Wildlife Art de Jackson Hole, Wyoming, y en el Adirondack Experience, entre otros. Actualmente es artista residente en el Paul Nigra Center for Creative Arts, donde imparte clases de escultura a adolescentes y jóvenes con autismo y dificultades de aprendizaje.